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El 28 de febrero se conmemorarán los 500 años del asesinato del último gobernante de la civilización azteca, suceso del cual únicamente se cuenta con dos fuentes documentales directas, la de Cortés y Bernal Díaz del Castillo, y versiones orales tardías que recogieron algunos frailes entre los indígenas. En este artículo se busca ofrecer una visión imparcial, la verdad histórica, de los acontecimientos que dieron origen a la Nueva España.
En torno a los últimos años del señorío mexica o azteca y a la defensa de éste tenemos una visión construida en varias ocasiones por relatos de personas que no atestiguaron los hechos y que ni siquiera estuvieron jamás en nuestro territorio. Pero gracias al trabajo de arqueólogos e historiadores de los siglos XX y XXI se ha podido determinar que en los años de la conquista española la clase gobernante de México-Tenochtitlán tuvo enfrentamientos entre sí, de tal suerte que Cuitláhuac y Cuauhtémoc fueron opositores de Moctezuma Xocoyotzin porque no defendía óptimamente a su pueblo y parecía haberse sometido a los invasores.
Genealogía y vida pública
En primer término se deben hacer algunas anotaciones sobre la genealogía y vínculos familiares de Cuauhtémoc, éste fue hijo de de Ahuízotl (octavo tlatoani de los mexicas) y de Tilacápatl, quien fue hija de Moquihuix, último gobernante de Tlatelolco antes de que los mexicas conquistaran dicha zona. Cuauhtémoc era primo de Moctezuma Xocoyótzin y de Cuitláhuac (tlatoani de Iztapalapa, y medio hermano de Moctezuma). Por otra parte, se debe mencionar que Tetlepanquétzal (señor de Tacuba), también era primo de Cuauhtémoc y murió con él por órdenes de Cortés.
Las crónicas explican que desde 1515 Cuauhtémoc fue entronizado como señor de Tlatelolco y esa sería la causa principal por la cual en la guerra contra los españoles dicho lugar fuera utilizado por las huestes indígenas como refugio para organizar desde ahí la defensa. No se tiene certeza sobre la fecha de nacimiento de este personaje, pero se calcula que tenía entre 18 a 20 años en la época que acometió la defensa de Tenochtitlan.
Las memorables batallas
Al morir Moctezuma lo sucedió en el trono Cuitláhuac quien había dirigido la batalla conocida como la de la noche triste (30 de junio y 1o. de julio de 1520), en la que el bando español sufrió una estrepitosa derrota. Esta batalla se originó porque Cortés decidió huir de Tenochtitlan llevando consigo a los Hijos de Moctezuma, a los que había mantenido presos en el palacio de Axayácatl. Pero lo que Cortés más deseaba defender era el oro del reino indígena, el cual ya había repartido como botín de guerra entre sus capitanes y soldados.
Precisamente el peso de los metales preciosos que se robaban los españoles les dificultó la huida. Murieron cientos de indígenas de los dos bandos, igualmente hubo grandes bajas de combatientes europeos, perdieron bastantes caballos, artillería y oro. Guiados por Malitzin e indios tlaxcaltecas, Cortés y su tropa lograron llegar a lo que hoy es la zona de Los Remedios y de ahí partieron a Otumba. Los mexicas rescataron a Tecuichpo, la hija de Moctezuma, quien posteriormente se convertiría en cacique de la República de los indios con el nombre de Isabel de Moctezuma.
Pero el reinado de Cuitláhuac duró aproximadamente 80 días porque se contagió de viruela y falleció en noviembre de 1520. Entonces Cuauhtémoc fue elegido gobernante del reino mexica y tuvo la dura misión de defender Tenochtitlan porque desde enero de 1521 Hernán Cortés regresó para recuperar la apreciada ciudad de los palacios.
El nuevo tlatoani además de hacer obras de reconstrucción en Tenochtitlan procuró reforzar la seguridad de la isla y realizó llamados a gobernantes de reinos cercanos para que le dieran auxilio ante los invasores, pero no tuvo mucho éxito.
En abril de 1521 el avance de Cortés era avasallante en las zonas colindantes con la capital mexica, en mayo finalmente ingresó a Tenochtitlan con sus tropas (mayoritariamente indígenas) a bordo de trece bergantines. Las batallas se intensificaron, Cuauhtémoc tuvo que dirigir la defensa desde Tlatelolco en condiciones muy desventajosas pues en Tenochtitlan la población estaba padeciendo hambre y sed porque Hernán Cortés hizo que se bloqueara la recepción de agua potable y la llegada de víveres, además, gran parte de los mexicas también se contagiaron de viruela. A Tlatelolco huyó la mermada población azteca y desde ahí combatieron a los invasores hispanos hasta el 13 de agosto de 1521, cuando Cuauhtémoc fue capturado por García Olguín, quien lo llevó ante Cortés éste perdonó la vida del tlatoani a pesar de que le suplicó que lo matara porque ese debía ser el final de un guerrero que había sido apresado en combate (según la tradición mexica).
Los últimos años y la muerte de Cuauhtémoc
En cuanto Cortés apresó al tlatoani mexica se dedicó a presionarlo para que le dijera dónde había quedado el oro de Moctezuma, el que los españoles habían perdido en la Noche triste. Al no obtener la información el conquistador ordenó que Cuauhtémoc fuera torturado aplicándosele aceite hirviente en los pies y las piernas, prácticas que lesionaban incluso los tejidos esqueléticos.
Hernán se trasladó a Coyoacán llevando consigo al joven tlatoani (se calcula que tenía 18 años), en esa zona tuvieron que fijar su residencia temporal por lo que ahora es el centro de la Ciudad de México, era una región insalubre por la cantidad de cadáveres que se hallaban en los canales y tierra firme.
En los meses posteriores Cuauhtémoc fungió como autoridad para asuntos civiles y administrativos relacionados con los indígenas. Nos queda como testimonio de ello un documento denominado Ordenanza del Señor Cuauhtémoc, el cual consta de tres hojas, emitido en 1523, actualmente es resguardado en la Universidad de Tulane, Nuevo Orleáns, narra la historia de los tlatelolcas y establece los límites territoriales entre Tacuba, Tenochtitlan y Tlatelolco.
En 1524 Hernán Cortés decidió iniciar una expedición hacia el sur, concretamente a las Hibueras (en Honduras) para sofocar la sublevación que contra él inició Cristóbal de Olid. Cortés llevó una gran comitiva en la que se hallaban la Malinche, el fraile franciscano Juan de Tecto y los señores indígenas Cuauhtémoc, Tetlepanquétzal (señor de Tacuba y primo de Cuauhtémoc).
Fue un desastre el recorrido porque pasaron por lugares pantanosos, se les acabaron los víveres y el agua, murieron de hambre varios de los expedicionarios. Cortés de manera sospechosa afirmó que le habían informado que Cuauhtémoc y Tetlepanquétzal habían planeado una conspiración en contra del conquistador, éste los interrogó y los dos jefes indígenas dijeron no estar involucrados en la rebelión y que solamente se habían enterado de ella por conversaciones de algunos integrantes de la expedición.
Debemos subrayar que solamente se cuenta con la versión de Hernán Cortés sobre estos hechos y que sus diálogos con los tlatoanis eran mediados con la traducción de la Malinche. En forma precipitada el capitán hispano sentenció a morir en la horca a los dos dignatarios indígenas, orden que se ejecutó el 28 de febrero de 1525. Antes de fallecer se les proporcionaron servicios religiosos cristianos, los que estuvieron a cargo de fray Juan de Tecto quien recibió la confesión de Cuauhtémoc y Tetlepanquétzal. Bernal Díaz del Castillo menciona que hubo descontento entre la gente que formaba parte de la expedición por la decisión de Cortés porque les pareció injusta.
Corolario
Hasta la fecha se desconoce el lugar donde se sepultaron los restos mortuorios de los dos defensores de las civilizaciones indígenas, a pesar de que en el siglo XX se formaron varias comisiones oficiales para investigar este dato. Se debe considerar que la ejecución de los tlatoanis y la sepultura de sus cuerpos fueron realizadas con gran premura porque Cortés deseaba continuar el viaje para apoderarse de Las Hibueras y, además, quería evitar sublevaciones de los naturales, pero principalmente ya tenía en mente entronizar en Tenochtitlan y Tlatelolco a personas indígenas que eran dóciles a los españoles. De estos sucesos quedaron como testimonios los códices que hacen referencia a la muerte de Cuauhtémoc, éstos son el Aubin, Lienzo de Tlaxcala y el Vaticano A, principalmente.
En la actualidad el artículo 18 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales establece que la bandera de México se izará a media asta el 28 de febrero en conmemoración de la muerte del Cuauhtémoc, último gobernante de los aztecas.
Referencias
Cortés, Hernán, Cartas de relación, México, Porrúa, 2007.
Díaz del Castillo, Bernal, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, México, Porrúa, 1992.
“El verdadero tormento de Cuauhtémoc: revelan la cruel técnica utilizada por los conquistadores”, Boletín de El Colegio Nacional, México, 14 de agosto de 2024.
León-Portilla Miguel, Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la conquista, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinación de Humanidades, 2010.
Tena, Rafael, “Estructura textual de la Ordenanza del señor Cuauhtémoc”, en Diario de campo, número 34, México, INAH, 2001.
Toscano, Salvador, Cuauhtémoc, México, Fondo de Cultura Económica, 2012.
Vargas Pacheco, Ernesto, “El viaje de Cortés a las Hibueras”, en Arqueología Mexicana, número 49, México, mayo-junio de 2001.
Vela, Enrique, Arqueología Mexicana. Los tlatoanis mexicas, edición especial, número 40, México, octubre de 2011.
Hechos y Derechos, vol. 16, núm. 87, mayo-junio de 2025, es una publicación bimestral editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, Ciudad de México, por medio del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, Ciudad de México, Tel. (52) 55 56 22 74 74, http://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/hechos-y-derechos. Editor responsable Imer Benjamín Flores Mendoza. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2014-052217121400-203, otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, ISSN (versión electrónica): 2448-4725. Responsable de la última actualización de este número: Coordinación de Revistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Ricardo Hernández Montes de Oca, Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, C. P. 04510, Ciudad de México, fecha de la última modificación: junio de 2025.
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