En julio se conmemora el 195 aniversario de la invasión española a las playas mexicanas para recuperar las posesiones que el reino europeo había perdido recientemente. Vicente Guerrero, uno de los consumadores de la Independencia (1821), nuevamente intervino decisivamente en la defensa de México. Sin embargo, este Insurgente realizó otras acciones que quebrantaron el Estado de derecho generando parte de la inestabilidad política que caracterizó el siglo XIX en nuestro país. 

De arriero a consumador de la Independencia

En razón de que don José María Morelos estuvo dedicado a las labores de arriería, antes de ser sacerdote, una buena parte de sus huestes independentistas se nutrió precisamente de los hombres que practicaban el mismo oficio y conocían perfectamente los caminos y escondites del sur y bajío de la Nueva España, ello les otorgaba múltiples ventajas para planear sus tácticas bélicas, además las familias de los rebeldes les aportaban información y pertrechos, los arrieros tenían amigos entre los pobladores de esas regiones y los ayudaron en la lucha de guerrillas practicada por los Insurgentes. 

En la región sureña de Tixtla, en 1783, nació don Vicente Guerrero Saldaña, en una familia dedicada a las labores del campo y la arriería. No recibió una educación formal por su necesidad de trabajar desde niño, además era mulato, y por lo tanto formaba parte de un sector poblacional marginado en el virreinato. Contra la voluntad de su padre, Vicente se unió a la lucha por la Independencia, en el grupo comandado por Hermenegildo Galeana quien era un hacendado sureño que respaldó a Morelos. El joven Guerrero se fue convirtiendo en un hábil militar que ayudó significativamente al éxito de múltiples episodios bélicos. 

A la muerte de Morelos, en 1815, Vicente mantuvo viva la lucha insurgente en el sur del país utilizando la táctica de guerrillas, sus huestes solían atacar por las noches, lograban matar a los soldados realistas quitándoles su armamento que luego usaban para futuras batallas. 

Al iniciar la década de los veinte el grupo de los Insurgentes estaba muy mermado, pero militares como Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero resistieron los ataques realistas y sobrevivieron hasta llegar a 1821 para consumar la Independencia y constituir la República mexicana. 

Desde 1820 se iniciaron los acercamientos de los realistas con los Insurgentes, en noviembre de ese año Agustín de Iturbide recibió de los primeros el nombramiento de comandante del Sur y se dedicó a buscar un entendimiento con las fuerzas rebeldes para culminar la guerra. Comenzó una relación epistolar entre Guerrero e Iturbide y al poco tiempo hubo un encuentro de los dos líderes. El general Insurgente se adhirió al Plan de Iguala formulado por Iturbide, el plan declaró independiente a la Nueva España de cualquier nación extranjera, el nuevo país fue llamado Imperio Mexicano. Contenía una declaración que era revolucionaria para su época porque establecía la igualdad entre todos los habitantes de la nueva monarquía, incluyendo a los afrodescendientes a los que se les consideraría ciudadanos, así como a los indios y europeos (véase numeral 12 del Plan). 

En la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México (27 de septiembre de 1821), don Vicente Guerrero desfiló con sus huestes ocupando un papel secundario porque desde un principio Iturbide procuró ser la figura central en la política. El militar michoacano logró que se le declarara emperador, cargo que ocupó del 21 de julio de 1822 al 19 de marzo de 1823. La abdicación de Iturbide fue consecuencia del levantamiento en su contra encabezado por Guadalupe Victoria y Antonio López de Santa Anna iniciado en 1822. Victoria ocuparía la presidencia de México con base en los resultados de las elecciones efectuadas en 1824. 

El motín de la Acordada

En 1824 Vicente Guerrero se postuló para la elección del primer presidente de México, quedó en tercer lugar, Guadalupe Victoria resultó triunfador y Nicolás Bravo ocupó la vicepresidencia por quedar en el segundo sitio. Al término del mandato de Victoria, Guerrero nuevamente compitió para obtener la primera magistratura del país, y de igual forma fue vencido, en esta ocasión triunfó Manuel Gómez Pedraza (quien era secretario de guerra) con solamente dos votos de ventaja. Inconformes por este resultado, en septiembre, un grupo encabezado por Antonio López de Santa Anna inició un levantamiento en Veracruz pidiendo el reconocimiento de Guerrero como presidente. Además, otros partidarios de Guerrero iniciaron una rebelión el 4 de diciembre de 1828, con la toma de las instalaciones de la cárcel ubicada en la Ciudad de México, llamada la Acordada. En esa sublevación participó activamente Lorenzo de Zavala con quien el presidente Victoria tuvo que pactar después de fuertes combates que llenaron de pánico a la población de la capital del país porque, además, la muchedumbre seguidora de Guerrero saqueó el Parián, un mercado donde se vendían artículos lujosos, casi todos de importación cuyos dueños eran en su mayoría españoles. 

Finalmente Gómez Pedraza renunció al Ministerio de Guerra y el presidente Victoria nombró en su lugar a Vicente Guerrero. En enero de 1829 el Congreso declaró nulas las elecciones del año anterior, y designó presidente de la República a Guerrero y a Anastacio Bustamante como vicepresidente (médico michoacano, descendiente de españoles, hizo su carrera militar al amparo de Félix María Calleja). 

El breve periodo presidencial

El gobierno del general Guerrero estuvo marcado por la competición entre los antiguos partidarios del reino español que se aglutinaron en las logias masónicas escocesas, y los defensores del republicanismo que tuvieron como aliado al embajador estadounidense Joel. R. Poinsett, éstos se agruparon en las logias yorkinas que fueron promovidas por el propio Poinsett, a ellas pertenecieron Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero.

Entre las acciones importantes que Guerrero realizó en los pocos meses que fue presidente se encuentra la expedición de un decreto aboliendo la esclavitud. El antiguo Insurgente entendía que en esa época era difícil terminar con tan ignominiosa práctica porque estaban en pugna el derecho de propiedad de los dueños de los esclavos frente al derecho a la libertad y el respeto de la dignidad de los cautivos, por ello previó indemnizaciones. Este ordenamiento se denominó Decreto del gobierno en uso de facultades extraordinarias. Abolición de la esclavitud en la República, y previno lo siguiente: 

1) Queda abolida la esclavitud en la República. 
2) Son por consiguiente libres los que hasta hoy se habían considerado como esclavos. 
3) Cuando las circunstancias del erario lo permitan, se indemnizará a los propietarios de esclavos, en los términos que dispusieran las leyes.

En el rubro de la defensa de la soberanía el gobierno de don Vicente tuvo que hacer frente a la invasión de las tropas españolas que arribaron a las costas de Tampico comandadas por el brigadier Isidro Barradas, en julio de 1829, cuya finalidad fue reconquistar el territorio que durante tres siglos fue Nueva España. Antonio López de Santa Anna y Manuel Mier y Terán combatieron a las milicias invasoras y lograron vencerlas. 

Pese a lo anterior, los criollos y peninsulares se negaban a permitir que Guerrero tuviera el control del gobierno, por ello, en diciembre de 1829 el presidente salió de la Ciudad de México para combatir el alzamiento que en su contra encabezó el vicepresidente Anastacio Bustamante. En el sur del país don Vicente recibió el respaldo de líderes como Juan Álvarez. Pero en la capital del país, el 1o. de enero Bustamante asumió la jefatura del Poder Ejecutivo, y el 4 de febrero de 1830 el Congreso mexicano declaró que Vicente Guerrero tenía “imposibilidad para gobernar la República”. 

En enero de 1831 en varios estados del país se hizo manifiesta la oposición al gobierno de Bustamante. La presencia del libertador Guerrero en la vida pública era factor permanente de riesgo para las élites del conservadurismo. Por ello se acudió a ejecutar una intriga para acabar con el insurgente, y el marino genovés Francisco Picaluga (en acuerdo con José Antonio Facio, ministro de Guerra) logra que Guerrero acepte confiadamente acudir a la embarcación Colombo, anclada en Acapulco, para celebrar una comida, ahí fue aprehendido el batallador sureño a quien se trasladó a las costas de Oaxaca donde se le instauró un juicio. El 14 de febrero de 1831 Vicente Guerrero fue fusilado por los cargos de conjura y rebelión. 

Conclusión

Las inmensas habilidades militares que poseía Vicente Guerrero, que lo colocaron como un líder popular, no bastaron para que pudiera triunfar en la política mexicana. Por ello pudo ocupar la presidencia de la República solamente mediante prácticas violentas como el motín de la Acordada. Guerrero no logró enfrentar con éxito la oposición en su contra por parte de las élites económicas formadas por comerciantes, industriales y militares de origen español, los defensores del antiguo régimen. 

Pese al escaso tiempo en que Guerrero ejerció la titularidad del Poder Ejecutivo procuró poner en marcha una parte de los objetivos de los insurgentes insurreccionados en 1810, como fue la abolición de la esclavitud. En la etapa final de la lucha de Vicente Guerrero contó con el respaldo de antiguos combatientes libertarios (Juan Álvarez) que años más tarde lograrían expulsar del poder a Antonio López de Santa Anna, principal caudillo del conservadurismo y defensor de los intereses de Estados Unidos de América.